El
tratamiento farmacológico de las taquiarritmias ha quedado rezagado con
respecto a otras modalidades terapéuticas. Los antiarrítmicos han fallado en
mejorar la morbimortalidad.
Actualmente,
se ha iniciado con la comercialización de un análogo de la amiodarona no iodado
llamado dronedarona, este ha demostrado efectos benéficos. El vernakaland es
otro antiarrítmico indicado en la cardioversión farmacológica aguda de la
fibrilación auricular.
Los
anticoagulantes orales, indispensables en el tratamiento del riesgo
tromboembólico de la fibrilación auricular y flutter auricular han tenido un
desarrollo interesante, adicionándose a los cumarínicos (que son el estándar de
oro).
Existen
también nuevos grupos como los inhibidores de los factores Xa, como el rivaroxabán,
y los inhibidores de IIa, como el dabigatrán.
Fuente: Martínez J. Electrofisiología y arritmias. En: Navarro J., Molina L., editores. Medicina Cardiovascular. México: 2012. p. 1157-1159
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